El estudio examinó si la actividad de narración y representación de historias (Story-telling & Story-acting practice – STSA), integrada como componente regular del plan de estudios preescolar, puede ayudar a promover las dimensiones de preparación escolar de los niños: narrativa y otras habilidades de lenguaje oral, alfabetización emergente y competencia social.
Participaron un total de 149 preescolares de bajos ingresos (casi todos los niños de 3 y 4 años), que asistieron a seis aulas experimentales y siete de control. El STSA se introdujo en las aulas experimentales durante todo el año escolar, y todos los niños en ambas condiciones se sometieron a pruebas previas y posteriores con diferentes medidas (narrativa, vocabulario, alfabetización emergente, habilidades de simulación, cooperación entre pares y autorregulación) .
La práctica de representación de cuentos (STSA) es una práctica preescolar estructurada que ejemplifica los enfoques centrados en el niño, en el juego y los enfoques constructivistas de la educación de la primera infancia, y que puede funcionar como un módulo curricular en conjunto con diferentes planes de estudio preescolares. El objetivo de este estudio fue confirmar si las actividades STSA pueden contribuir a promover el aprendizaje y la preparación escolar para niños de bajos ingresos y con otras dificultades.
La investigación examinó si las actividades del tipo STSA, integradas como módulo curricular dentro del currículo preescolar regular, pueden mejorar las habilidades de los niños preescolares de bajos ingresos en tres dimensiones principales de preparación escolar: (a) narrativa y otras habilidades del lenguaje oral, (b ) habilidades relacionadas más directamente con la alfabetización emergente, y (c) competencia social.
Los investigadores esperaban que la participación en la STSA promoviera elementos clave de la preparación escolar de los niños en las tres áreas descritas. También plantearon la hipótesis de que cuantos más niños participaran en esta actividad (medido según la cantidad de historias que contaron), mayores serían estos efectos para ellos.
El estudio se realizó a lo largo de dos cursos escolares, en diferentes aulas y con alumnos distintos.
Las actividades de actuación de cuentos (STSA) generalmente se realizaban dos veces por semana. Todos los salones de clase en ambas condiciones fueron visitados dos veces por semana por equipos de asistentes de investigación capacitados, que ayudaron al maestro a llevar a cabo las actividades STSA o las actividades normales del aula (en las aulas de intervención) y las actividades normales del aula (en las aulas de control).
El requisito mínimo básico para la implementación fue el siguiente: el STSA se llevó a cabo todas las semanas durante el período comprendido entre las pruebas previas y posteriores.
Se alentó a los maestros en las aulas de intervención a realizar esta actividad con la mayor frecuencia posible, pero al menos durante los dos días en que los asistentes de investigación visitaron sus aulas. Los maestros podían programar la actividad según su criterio, pero en la práctica, generalmente se realizaba en los días en que los asistentes de investigación estaban presentes.
Las actividades de STSA se llevaron a cabo en el aula regular. Para las evaluaciones previas y posteriores a la prueba, los asistentes de investigación utilizaron un aula vacía en las evaluaciones individuales con los niños.
Después de completar las evaluaciones preliminares (en septiembre-octubre), el investigador principal introdujo la actividad STSA en las aulas de intervención, que se mantuvo en funcionamiento durante todo el año escolar. Las clases de control continuaron con sus actividades habituales. Antes de la introducción de la STSA, los maestros y asistentes en las clases de intervención fueron entrenados en grupo durante dos horas para llevar a cabo la actividad y también recibieron un manual detallado.
La actividad STSA generalmente fue realizada por los maestros, generalmente con la cooperación de asistentes de investigación del estudio.
Cómo se realizó la actividad STSA
La parte de narración de historias de la STSA tuvo lugar durante el «tiempo de elección», cuando los niños eran libres de participar en diferentes actividades. El maestro o un asistente de investigación se ponían a disposición de los niños querían componer y dictar historias. Los dictados de la historia fueron voluntarios y auto-iniciados; no se requirió que ningún niño elaborara una historia, aunque algunos de los más reticentes fueron alentados ocasionalmente (aunque no incitados) a hacerlo. A los niños se les permitía contar cualquier tipo de historia que desearan, pero había un límite de una página por historia para permitir que tantos niños como fuera posible pudieran contar sus propias historias.
El «escritor» transcribía la historia realizando una intervención mínima, repitiendo las palabras del niño y leyendo la historia final al niño cuando se completaba. Ocasionalmente, se formularon preguntas necesarias para hacer aclaraciones sobre los puntos relevantes para representar la historia («¿Qué pasó después?», o «¿Es ese el final?»).
Después de terminar la historia, el niño eligía qué personaje quería interpretar y luego eligía a otros compañeros de clase para que actuaran en los otros roles.
Si había varios niños que querían contar una historia, se creaba una lista de espera para que pudieran continuar con otras actividades. Sin embargo, algunos niños esperaban y escuchaban mientras sus compañeros contaban sus historias. Si todos los niños en la lista de espera no llegaban a ser narradores ese mismo día, se les ofrecería la oportunidad de contar sus historias al día siguiente.
La parte de representación de la historia de STSA tenía lugar con toda la clase reunida y el maestro dirigiendo la actividad. El maestro leía primero la historia en voz alta, luego nombraba a los actores y los roles asignados a cada niño, que estaban fuera del área designada como escenario. Después de leer la historia una vez más, ésta era representada por el niño-autor y los compañeros de clase seleccionados. Este proceso se repetía hasta que se representaban todas las historias dictadas durante ese día.
En cada aula, el escritor (maestro o asistente de investigación) escribió las historias en un «libro de cuentos» de la clase mientras el niño dictaba la historia, indicando el autor, la fecha del dictado y qué niños fueron elegidos para actuar y sus roles. Esto proporcionó un registro de la frecuencia con que se llevó a cabo la STSA y cuántos niños participaron en ella como narradores y como actores. Los libros de cuentos se entregaron a los investigadores al final del año para su análisis.
A todos los niños en ambas condiciones (experimental y de control) se les administraron pruebas preliminares y posteriores para diferentes medidas de vocabulario expresivo, habilidades narrativas, alfabetización emergente, habilidades de simulación y elementos de competencia social (cooperación entre pares y autorregulación). Las pruebas preliminares se administraron al comienzo del año escolar (septiembre / octubre) y las posteriores al final (mayo). Las evaluaciones individuales fueron realizadas por estudiantes graduados y estudiantes universitarios capacitados. Para la mayoría de estas medidas, los niños fueron evaluados en una habitación tranquila adyacente al aula. En este procedimiento de evaluación se incluyeron también dos medidas de observación: el juego entre pares y la autorregulación, que se llevaron a cabo dentro del aula por parte de los mismos evaluadores.
El informe de la investigación no especifica ningún dispositivo tecnológico específico, pero el uso de algunos dispositivos podría introducirse en la práctica (es decir, un ordenador para escribir las historias, una cámara de video para la grabación de las actuaciones de las historias).
Igual que en la sección anterior, el estudio no menciona materiales específicos, aunque se pueden introducir diferentes elementos para enriquecer la actividad, especialmente cuando los niños representan las historias (telón, vestuario, etc.).
Los niños en las aulas de intervención que se incluyeron en el estudio para fines de análisis elaboraron y representaron un total de 551 historias.
El estudio también proporciona diferentes medidas previas y posteriores a la intervención sobre diferentes habilidades relevantes para considerar la preparación escolar, diferentes habilidades cognitivas y relaciones sociales dentro del aula.
Objetivos alcanzados
Los resultados de la investigación proporcionan evidencia de que la participación de los niños en actividades STSA ayudó a promover una variedad de habilidades de preparación escolar en los ámbitos de la narrativa, la alfabetización emergente y la competencia social.
La combinación de la elaboración y dictado de historias de manera individual y voluntaria y la representación pública de esas historias con sus compañeros tiene varias implicaciones significativas. Una de ellas es que las historias de los niños se comparten, no solo con adultos, sino con otros niños en un escenario público y compartida, que ofrece posibilidades continuas de compartir historias y experiencias, experimentación y modelado.
Se ha argumentado que la actividad STSA también ayuda a construir una cultura común en el grupo de pares, que motiva la participación de los niños, y al mismo tiempo, requiere y alienta fomenta el desarrollo de competencias de autorregulación.
Participación de los niños en la práctica
Con muy pocas excepciones (tres niños en el primer año; y cuatro niños en el segundo), todos los niños en las clases de intervención participaron en la parte de narración de historias de la STSA. A excepción de un niño que era muy tímido y se negaba a participar en esta y en la mayoría de las otras actividades, los que no contaban historias eran niños que asistían a clase más tarde(cerca del mediodía), después de que la actividad de narración ya había tenido lugar. Todos los niños en las clases de intervención participaron en la representación de cuentos.
Interés de los padres
Los padres habían firmado formularios de consentimiento para poner a disposición de los investigadores las historias elaboradas por sus hijos.
Fortalezas y puntos críticos de la práctica.
En cuanto a las limitaciones, los investigadores mencionan restricciones en el diseño experimental aleatorizado versus diseño de control, la asignación de aulas a condiciones experimentales o de control no se pudo aleatorizar por completo, porque se requería el consentimiento de los maestros.
Otras limitaciones y complicaciones se relacionaron con las medidas utilizadas en el estudio. Debido a la falta de medidas estandarizadas, fue necesario desarrollar medidas adaptando o modificando instrumentos existentes y validar las medidas utilizando los datos del estudio.
Finalmente, durante el primer año de la investigación, por las razones descritas anteriormente, la evaluación previa y posterior en el área de autorregulación se administraron con un intervalo de tiempo insuficiente entre ellas, de modo que únicamente resultó posible analizar los datos del segundo año. A pesar de que los resultados fueron válidos y significativos, hubiera sido preferible poder analizar los datos de ambos años, igual que en los análisis realizados en las otras competencias.
INCLUDED – Digital Storytelling for Inclusion